viernes, 18 de julio de 2014

Recorriendo la Sierra de Gredos

2ª etapa

Una de las etapas de nuestra gira pajarera durante el mes de junio nos condujo hasta la Sierra de Gredos en Ávila. Accedimos por Hoyos del Espino hasta la Plataforma de Gredos donde aparcamos la furgoneta en medio de un coro de Escribanos Hortelanos que amenizaba la llegada de los visitantes. Para nosotros fue un verdadero acontecimiento pues se trataba de la primera vez que veíamos esta especie de ave.

Escribano Hortelano

Escribano Hortelano
Escribano Hortelano
Escribano Hortelano

Al comienzo del recorrido, un letrero informaba que la excursión hasta la Laguna Grande de Gredos duraba dos horas y media. No es mucho tiempo para quién va a hacer trekking, pero en nuestro caso, que íbamos a hacer birdwatching, la duración de la excursión iba a ser bastante mayor. 


Para empezar, ya nos habíamos entretenido veinte minutos observando y fotografiando los escribanos hortelanos en la Plataforma. Pero es que, a unos trescientos metros del punto de partida, se asomó un roquero rojo a una gran roca granítica situada a la orilla del camino. Estuvo un buen rato observando el fluir de excursionistas que se dirigían hacia la laguna. Nunca habíamos tenido un roquero rojo tan cerca. Siempre los habíamos visto en las cimas de los roquedos a cientos de metros de distancia.

Roquero Rojo
Roquero Rojo
Roquero Rojo

La excursión no había hecho más que empezar y ya prometía ser muy interesante. Cuando llegamos a los dominios del piornal (matorral), una alegre melodía despertó nuestra atención. Se trataba de nuestro primer ruiseñor pechiazul, del que habíamos oído que se suele ver en Plaiaundi en las épocas migratorias. Pero aquí, en Gredos, reside todo el año. Cantaba posado sobre la argoma, y también durante los cortos vuelos casi verticales tras los cuales desaparecía en el piornal hasta que, al poco, volvía a emerger para posarse de nuevo sobre la argoma.

Ruiseñor Pechiazul
Ruiseñor Pechiazul
Ruiseñor Pechiazul
Ruiseñor Pechiazul

Ya habíamos invertido las dos horas y media que se indicaban en el letrero de la entrada para llegar a la Laguna Grande de Gredos, pero sólo habíamos recorrido aproximadamente un kilómetro del total de siete que hay hasta la laguna. Decidimos, pues, continuar ascendiendo por un camino algo empinado hasta llegar a una zona en la que la nieve invadía el camino. Fuimos caminando, ayudados por los sticks, hasta llegar a la zona de Los Barrerones, desde donde divisamos la Laguna Grande de Gredos.


Allí, una cabra montesa, al ver que sacábamos algo para comer, se nos acercó mientras un acentor común cantaba desde lo más alto de un matorral para después posarse muy confiado a nuestros pies, cual gorrión común, para picotear algunas migajas.

Acentor Común
Acentor Común
Acentor Común

El día iba avanzando y no quedaba mucho para llegar a la Laguna Grande de Gredos, pero visto que durante el último trecho recorrido apenas habíamos avistado aves, decidimos no continuar adelante y volver hacia el punto de partida, donde habíamos disfrutado con la observación de roqueros rojos, ruiseñores pechiazules, escribanos hortelanos, collalbas grises, acentores comunes, alondras comunes, escribanos montesinos, etc.


Collalba Gris
Collalba Gris
Collalba Gris
Escribano Montesino
Escribano Montesino

De esta manera, volvimos a disfrutar de estas especies, y también de un nutrido grupo de cabras montesas que caminaba sobre las grandes rocas graníticas cerca de la Plataforma.



La próxima etapa iba a pasar por el Parque Natural de Monfragüe, por lo que decidimos aproximarnos a nuestro destino de víspera y elegimos Plasencia para pernoctar. Desde Gredos cogimos la carretera que pasa por el Valle del Jerte para llegar a Plasencia. Una carretera sinuosa y, para colmo, en obras. Compramos un par de cajas de cerezas en Tornavacas, como no podía ser de otra manera. No puedes pasar por el Jerte y no probar sus cerezas. 

Por la noche en "La Isla" de Plasencia, sobre el río Jerte, los autillos empezaron a cantar. Nos acercamos para intentar ver alguno de ellos, pero son tan pequeños y se confunden tan fácilmente con la corteza y las ramas de los árboles que no conseguimos ver ninguno. De madrugada también oímos los chillidos de algunas lechuzas que finalmente pudimos ver al amanecer volando sobre el parque de La Isla.

Días de Intenso Pajareo en junio:
1ª etapa. Laguna de La Nava y Tierra de Campos.
2ª etapa. Recorriendo la Sierra de Gredos.
3ª etapa. Parque Natural de Monfragüe.
4ª etapa. Llanos de Cáceres.
5ª etapa. La Serena.
6ª etapa. Arribes del Duero.